Los ovillos de la memoria / Escultura

De la memoria individual construir una memoria colectiva, como mecanismo para curar las heridas y para que nunca más vuelvan a ocurrir este tipo de actos de tortura y desaparición. La memoria como acto sanador, como trasmisora de experiencia, como acto de amor. Tome como referente, un libro que leí hace tiempo titulado “Los ovillos de la memoria”. Por esa razón, utilice ese mismo nombre para mi escultura.

Es un libro de relatos de presas políticas, donde escriben sus propias experiencias y recuerdan a sus compañeras desaparecidas. Tejen memoria, para que no olvidemos. “Duele la memoria, duele por que obliga”. Quiero reconocer ese trabajo generoso de recordar tanto dolor. De esas mujeres incansables, que lucharon y luchan, aun hoy, por dejar a las nuevas generaciones un mundo mejor. Sus tejidos no serán perfectos, por el paso del tiempo, las hebras no serán las mismas, el tiempo diluye los colores y quizás escondan algún secreto, pero valoro la voluntad de construir, de tejer de estas mujeres.

Sus voces serán diferentes, sus experiencias, sus sensibilidades, pero todas comparten un dolor común, huellas que marcaron sus vidas, pero esto no impide que se sienten a tejer esos relatos descoloridos, dolidos, para formar un tapiz multicolor de esperanza, de latidos, de sueños. Esos sueños que las impulsan a contar, rescatar las historias de una generación de mujeres.